Hay muchos clientes que en nuestra tienda de material eléctrico en Madrid centro, aunque también realizamos instalaciones eléctricas, nos preguntan sobre las diferencias entre tener una instalación monofásica y trifásica, así como cuál se adecúa mejor a sus necesidades, un asunto que vamos a tratar de explicar en las siguientes líneas de esta entrada.
En términos generales y salvo raras excepciones que nos hemos encontrado en Electricidad Lagasca 30, si estamos hablando de la instalación en una vivienda, esta será casi con toda probabilidad monofásica, mientras que en empresas, locales comerciales y otros edificios, será trifásica.
Los suministros monofásicos se caracterizan básicamente por tener una única fase y un único paso de corriente alterna en la instalación, motivo por el cual es la opción más común en pisos y viviendas familiares. Las potencias máximas que pueden alcanzar son 10 kW, aunque las normalizadas se sitúan en base a voltajes que oscilan desde los 220 hasta los 230 voltios.
Hay que mencionar que las instalaciones monofásicas también pueden dividirse en partes, como bien sabemos en la tienda de material eléctrico en Madrid centro, pero las trifásicas son las que mantienen una potencia más elevada y constante, al estar formadas por tres fases, con tres corrientes alternas diferentes que dividen la instalación en varias partes diferentes a las que llega una potencia siempre constante y normalizada de unos 400 voltios. La posibilidad de tener mayor potencia es el principal motivo por el que se hace este tipo de instalación en oficinas, locales o industrias, aunque en pisos antiguos o de grandes dimensiones, también puede ser necesario aplicar este método.